En
el planeta Tierra, la vibración del planeta en sí como de los seres
que lo habitan, en promedio siempre fue elevándose, y a medida que
la vibración se eleva, se necesitan distintas energías, seres que
traigan distintas vibraciones para ayudar a que se siga en esta
evolución tanto planetaria como de la humanidad. Por tal motivo,
siempre desde el comienzo de la vida en el planeta, fueron encarnando
seres que traían la energía necesaria para producir un cambio, para
dar un impulso a la humanidad y al planeta. Algunos de esos seres ya
estaban en la Tierra antes y llegaban a una elevación que les
permitía en la próxima encarnación traer una nueva energía, y
otros venían por primera vez con esa nueva energía.
En
la actualidad en la Tierra existen varios tipos de personas, varias
clases de seres con distintas misiones. Como la energía en la Tierra
está cambiando continuamente, también están cambiando las misiones
y la energía necesaria para llevarlas a cabo. La diferencia en esta
época es que parte de la humanidad aunque no sea portadora de esta
vibración, es conciente de estas nuevas oleadas de energía, la
pueden sentir, la reconocen. Desde hace ya varios años, en el
planeta empezaron a encarnar seres con distintas energías y
evolución, seres que la humanidad comenzó a llamar como “los
nuevos niños”. Muchos de esos seres ya no son niños, y
ciertamente estuvieron encarnando seres con esas energías desde
mucho antes que se los empezara a reconocer masivamente.
Los
más conocidos y que mayor difusión tienen son los índigos y luego
los cristal.
Esto
no es por casualidad, ya que las misiones de estos seres se focalizan
en las personas, se basan en ayudar a cambiar y a elevar las energías
y vibraciones de la humanidad a nivel consciente en las personas, en
un marco que no pueden pasar desapercibidos y que al ser tan
distintos con lo que se consideraba una energía o comportamiento
“normal” en las personas, pasaron a ser el centro de atención.
Si
bien cada persona, cada ser tiene una misión única, dentro de cada
grupo de seres hay una similitud y una coherencia en las misiones que
vinieron a desarrollar, básicamente porque el trabajo en conjunto
tiene un efecto mucho más importante e impactante que si lo hacen
solos.
La
principal característica de la misión de los seres índigos, es
cambiar el paradigma de civilización y patrón de pensamiento y
acción que tenía la humanidad. Como es comprensible, si alguien
quiere cambiar algo, va a ser visto como rebelde o como
revolucionario, y por la naturaleza de lo que tenían que cambiar los
índigos, éstos prácticamente tuvieron que romper muchos esquemas y
actuar a contramano de lo que la mayoría consideraba normal o
correcto hasta entonces. De esta forma, la energía que traen los
índigos es de confrontación, de cuestionamiento, de fuerza, de
“rompedores de esquemas”, de rebeldía, y todas las demás
características que se hicieron populares con estos seres. La misión
de estas almas es de romper el cascarón en el que la sociedad los
puso desde el momento en que nacieron, desbalancear las estructuras
de pensamiento y sembrar las dudas sobre la realidad como se conocía
hasta el momento, de manera de empezar a derrumbar las estructuras de
la humanidad. Estos seres cumplen su misión aunque en algunos casos
no sean concientes de ello, simplemente porque no soportan vivir de
una manera distinta a la que sienten, sienten que algo está mal y
quieren cambiarlo.
Luego
del primer impacto de los índigo hubo un tiempo de respiro, un breve
tiempo en que la humanidad pudo respirar y tratar de asimilar lo que
los índigos trajeron y empezar a aceptarlo.
Los
seres cristal y los seres de energía cristal, por otro lado,
vinieron en un número significativo después de que los índigos ya
habían plantado la semilla de su misión y se estaban desarrollando.
Y la característica y misión de los seres cristal es muy diferente,
son seres más delicados, más observadores, más pacificadores,
creadores en lugar de destructores, marcan un camino por el cual
ayudan a la humanidad; y ciertamente no podían empezar su misión si
los índigos no hubiesen hecho su parte primero. Al no ser de
naturaleza conflictiva, los cristal no hubiesen podido hacer su
misión si la humanidad estuviese aferrada fuertemente a las
estructuras que debilitaron considerablemente los índigos. Así que
en cierta forma, los cristal están tomando a la civilización
creando nuevas formas y enseñándole a la humanidad cómo vivir,
cómo ser, con una nueva energía, con más armonía, cómo empezar
de nuevo después de la ruptura de los índigos, cómo vivir a partir
del amor, cómo guiarse con el corazón.
Hasta
acá es algo que mucha gente conoce y que muchos escribieron. Pero
los nuevos seres, seres de la nueva era o seres de la nueva energía
no se limitan a Índigos o Cristal, hay muchos otros tipos de seres,
muchas otras energías, muchas otras misiones, que al no enfocarse en
la parte visible de la humanidad, no llaman tanto la atención y no
se los conoce tan ampliamente como a los que nombre anteriormente.
También por no ser tan conocidos otros grupos de seres, es que se
intenta incluir a muchos de los seres que traen estas nuevas energías
en índigo o cristal, y aunque comparten algunas características, no
se sienten completamente identificados y esto les produce cierta duda
en sí mismos.
Hubo
seres que prepararon un poco el camino a los índigos, seres que
prepararon a los padres de los índigos para que éstos tuvieran el
apoyo necesario, o el entrenamiento necesario (con quienes se
pudieran empezar a rebelar, a sacar a flote su misión, sus
energías). Hay seres que están después de los índigos y antes de
los cristal, que recogen lo que rompieron los índigos y preparan el
escenario para la misión de los cristal. Hay seres que ayudan a
orientarse las personas que fueron despertadas por los índigos y en
medio de ese abrir de ojos, cuando no saben bien qué creer o qué
seguir, ellos les dan un apoyo y les enseñan a buscar en su corazón
su guía interna. Hay y habrá seres después de los cristal, que una
vez marcado el rumbo puedan tomar el timón y ayudar a que la nueva
era llegue a todas las personas.
También
hay seres que en lugar de trabajar con las personas trabajan con los
animales, o con la naturaleza, hay seres que sirven de disparadores
para misiones de índigos o cristal, que les dan el empujón
necesario para que éstos empiecen a recordar, a caminar su camino
concientemente.
Lo
que puedo contar más en detalle es de uno de esos otros grupos, al
cual pertenezco. Si bien gran parte del trabajo que vinimos a hacer
es centrado en La Tierra, la parte de nuestra misión que consiste en
colaborar con la evolución de la humanidad no se basa en una acción
en un cierto espacio de tiempo o rango de energías como hacen los
índigos o cristal, sino que sería algo paralelo a ambos y también
durante el espacio entre estos grupos. La mayoría de los seres con
quienes comparto esta misión, estuvimos desde hace mucho tiempo en
La Tierra, siempre cambiando la energía (no con una vibración o
energía particular como ocurre con los índigo o cristal) y siendo
el apoyo y soporte de los grupos que trabajan más directamente con
la gente.
Parte
de mi misión es brindar lo que necesitan esos grupos para poder
realizar su misión. Facilitarles el trabajo. Por ejemplo con los
índigo, dándoles apoyo, dándoles fuerzas, dándoles respuestas,
energía, calmándolos, ayudando a que crean en sí mismos, ayudando
a que encuentren en su interior una guía para esa rebeldía, esa
explosión. Con los cristal, siendo un puente con la gente que aún
está guiándose por las estructuras mentales, limpiando las energías
que los rodean, protegiéndolos, acercando vibracionalmente la gente
a su mensaje (es más fácil y productivo elevar la vibración de
alguien dispuesto a recibir un mensaje de luz, que quién envía el
mensaje baje su vibración para llegar al destinatario), etc. Y así
fue con los diferentes grupos de seres que tuvieron una misión
puntual en La Tierra, una misión que diera un empujón en la
evolución de la humanidad. Tengo muchos recuerdos de haber estado en
contacto (en esta y otras vidas) con los seres que están en esta
misión en primer plano para con las personas, y estar abierto e
interactuando a nivel energético y espiritual con ellos, pero no con
el resto de las personas, simplemente porque no era mi deber.
Es
por esto, por estar haciendo esto desde hace muchísimo tiempo que
hay una diferencia entre los de mi misión con muchos de los índigos
y cristal. Cuando hablaba con algunos índigo o cristal, o leía
sobre sus experiencias, había algo que me llamaba la atención y era
que decían cómo se habían dado cuenta que eran índigo o cristal,
que tenían una misión o empezaron a despertar, y aunque en muchos
casos tenían percepciones, sentían o veían el plano energético,
por lo general durante su adolescencia empezaban a recordar o se
daban cuenta quiénes eran o que tenían una misión. Desde que tengo
memoria estoy despierto, soy empático, hago viajes astrales, sé que
tengo una misión; por lo que no entendía y no me sentía
identificado con ellos.
Muchos
índigos y cristal encarnan en La Tierra desde hace pocas vidas, o
incluso ésta encarnación puede ser la primera aquí. Y sea la
primera o no, la mayoría antes no tuvo la necesidad de estar tan
conscientes como ahora para realizar la misión con todas sus
energías. Por esta razón, primero tienen que aprender cómo es aquí
el mundo en este momento, entenderlo y luego recordar quiénes son,
cuál es su misión y qué es lo que deben cambiar. Para la mayoría,
si estuviesen despiertos desde que nacen, les hubiese sido mucho más
difícil, ya que la diferencia de este mundo con lo que pueden
recordar de donde vienen puede ser muy grande. E incluso al ser de
esta forma, al tener un tiempo para aprender cómo es la vibración y
experiencia en La Tierra, muchos de estos seres caen en una gran
depresión y quieren dejar esta experiencia y volver a su lugar de
origen, donde aunque tal vez no recuerden concientemente, eran mucho
más felices, y la energía que los rodeaba era muy superior a la que
encuentran acá.
Sin
embargo, a los índigos esto les sirve para sentir lo que ya no
sirve, lo que hay que cambiar. Es lo que los impulsa en su rebeldía,
ven la injusticia y la desarmonía y no lo soportan, entonces tratan
de derribar lo que está funcionando mal. Y a los cristal, les sirve
para sentir hacia donde dirigir la nueva creación, cómo guiarse con
el corazón, cómo enseñar con el amor.
Pero
como dije anteriormente, los “nuevos niños” no son solo índigo
o cristal, sino que hay muchos grupos distintos, que trabajamos en
conjunto para ayudar a elevar a la humanidad y al planeta. Cada uno
es sagrado, cada uno es un ser de luz, cada uno es importantísimo en
este momento. Somos todos niños de amor, somos todos niños de luz.